..Nunca te enamores, Glennys López
La mañana es cálida para mi, fría para el resto de personas que pasan mirándome, parada en la esquina de la avenida, esperando a Joaquín que se ha retrasado diez minutos. Tengo miedo, ¿Y si me deja plantada de nuevo?- pienso en silencio.
¡Soy una cojuda! debería estar en mi casa, en mi cuarto y en mi cama, no esperándolo. Pero estoy ahí, dejando que todos me vean y examinen de pies a cabeza, mientras trato de mirar al infinito y reconocer entre las caras a un chico de mediana estatura, cabello medio largo, medio ondulado y medio peinado, sus lentes de marco negro, su barba mal rasurada y su sonrisa tímida.
¡Soy una cojuda! debería estar en mi casa, en mi cuarto y en mi cama, no esperándolo. Pero estoy ahí, dejando que todos me vean y examinen de pies a cabeza, mientras trato de mirar al infinito y reconocer entre las caras a un chico de mediana estatura, cabello medio largo, medio ondulado y medio peinado, sus lentes de marco negro, su barba mal rasurada y su sonrisa tímida.