..Aquello que llamabas pecado
No quiero darte la contra, pero no haré lo mismo:
No quiero revivir a los fantasmas que apaciguamos cada tarde antes de los ocasos.
No me gusta hablarle a los enormes monumentos de lata y de cartón que nos querían aplastar entre sus lomos.
Me interesa poco tener una amena charla con seres despreciables que deshilaron cada corazón nuestro.
No quiero revivir a los fantasmas que apaciguamos cada tarde antes de los ocasos.
No me gusta hablarle a los enormes monumentos de lata y de cartón que nos querían aplastar entre sus lomos.
Me interesa poco tener una amena charla con seres despreciables que deshilaron cada corazón nuestro.