Si se quiere, se mata

Braulio tiene ojos grandes y Danna es niña de bien.

Cierta vez, hace muchos años, Shakira, cantante colombiana, retrató una muy buena canción, ya casi olvidada por sus nuevos temas.

Lo cierto es que retrató, en notas musicales, un gran problema entre nosotros. No es simple ser joven, estudiar y mantener una pareja. Nada sencillo.

El sexo se descubre a finales del colegio, para la mayoría, y no es un tema muy fácil de afrontar. Con el fin del cole viene los enamorados y con ellos los grandes problemas.

-¿Tu crees que se vea mal que después de tu primera vez termines con tu enamorado?

- Ummm, no sé ha, depende pues.

-¿Depende de qué?

-De si lo quieres.

-Es que es difícil, hoy fue nuestra primera vez y siento que ya cambió todo. No lo sé. Me siento rara.

Contarles a tus padres que te convertiste en activamente sexual es lo más vergonzoso para todo el mundo. La mayoría se lo cuenta a los amigos que si quieren oír, con lujo de detalles, cómo fue, qué sentiste, cuántos condones uso y escuchar las tonterías que se dijeron en el acto. Tus padres se interesarían más en gritar y después hablarte de enfermedades, del sida, del embarazo y de decir : ¡Quiero conocerlo!. Claro que no te atreverías a presentarlo después del sermón.

Pero la mayor preocupación para las mujeres es: "Ojalá que no. Juro que es la última vez que lo hago. No quiero estar embarazada. Dios, si paso esta no como postre en un mes".

Pero, si eso pasara, uno tiene dos caminos: Dejarlo nacer o abortar. No es sencillo decidir.

Una de mis grandes amigas se enteró de su embarazo cuando ya tenía tres meses. Juraba que no le venía porque un estúpido médico le dijo que tenía gastritis. Su madre era la mujer más amargada de todo el colegio. No la envío de viaje de promoción por miedo a que salga embarazada, a pesar de que su enamorado no estudiaba en el colegio. Él ya era universitario.

Se armó de valor y le contó, claro, después de los desmayos, gritos y lisuras que hizo y dijo su madre al enterarse del nuevo miembro en la familia. Al final tuvo una preciosa bebé, después que se casó. Fue la única condición que su madre puso. Lo cierto es que tuvo suerte. Su, ahora, esposo la adora hasta el día de hoy.

Otra de mis amigas abortó dos veces. No quería que su bebé sea un hijo de un vago, como ella llamaba a cada enamorado que tenía. Lo extraño es que en su último aborto, su madre se enteró antes que acuda a la clínica y la acompañó. Era su decisión a pesar de lo que pensaban sus padres. Después de años no se arrepiente del aborto. Si nacía no iba a ser feliz- me dice.

A veces estas decisiones nadie las toma por nosotros, son las mujeres quienes deciden y muchas veces se equivocan tomando el camino más fácil . Pero ni el enamorado, novio, amigos o padres pueden influenciar en ella el derecho de vivir alguien en su vientre. "Si se quiere, se mata".