El hombre que nunca dormía
Le
he agarrado un constante miedo a dormir. A permanecer inconsciente. A quedar en
coma. No resisto la idea de cerrar mis ojos y entrar en el “fabuloso” mundo de
los sueños.
Será porque tengo pesadillas hace ya más de 20 días o por la
aberración que me produce la idea de soñar con cosas insignificantes o cosas
abstractas. Se acarició la barba desaliñada y se fundió en sus recuerdos. Sus
ojos estaban terroríficamente cubiertos por las ojeras, producto de haberse
desvelado todos esos días.
Cuando caía rendido al cansancio y se empezaba a
hundir en un profundo sueño, se despertaba sobre exaltado. Había logrado mantenerse
despierto, durmiendo solo cinco minutos cada cinco horas.
Debo estar despierto,
¡no puedo dormirme!, ¡no ahora! Se decía mientras se llevaba a la boca un
puñado de café instantáneo y lo mezclaba con soda helada. La combinación le
había producido escalofríos los primeros días que la tomaba, pero luego, su
organismo se había acostumbrado a los tragos amargos de café, que tomaba cada
dos horas.
Estaba cansado, casi a punto de rendirse y dejarse caer en los
brazos de Morfeo, pero se había prometido luchar contra el sueño. “Luchar
contra el sueño” apuesto a que ningún hombre en toda la historia del mundo lo
ha hecho antes o si lo ha hecho ha quedado loco…pero yo...yo no me daré por
vencido… ¡yo le venceré al sueño!, como los que han vencido a la muerte…yo lo
haré con el sueño. ¡Seré el primer hombre que logre no dormir y vivir al mismo
tiempo! Y todos me aplaudirán, me entrevistarán, me harán preguntas y querrán
ser como yo. ¡Eso!, ¡ser como yo! ¡Al fin lograré ser reconocido entre esa sarta
de infelices amigos que tengo!… y ya no tendré esos sueños constantes con el
mar. Ahogándome. Hasta venceré al mar en la realidad. Se repitió que era un héroe
por todo el dormitorio.
Estaba tan alegre por el reconocimiento que lograría
que decidió desnudarse y meterse en la tina de agua fría. De un salto entró y
se acomodó en ella. Horas más tarde un grupo de médicos lo examinaban. “De qué
murió”, preguntó un periodista policial. “Tiene el rostro alegre pero sus ojos
reflejan días extenuantes sin dormir. Al parecer murió soñando o su sueño lo
mató”, respondió.
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