De pronto, se fue
No dijo nada.
Cuando la soledad la alcanzó en medio del mar, empezó a caminar recogiendo conchas que el agua explusaba y jugando a dejar su huella en la arena.
Caminó sin mirar a dónde y se fue siguiendo a la espuma del océano.
Esta vez no volteó. No escuchó su nombre entre el eco de las olas y se fue dando saltos como una niñita, mientras su alma iba dejando retazos de su corazón en cada paso que daba.
No dijo nada.
Desapareció buscando al aire. Desapareció escapando del olor al mar. Desapareció cuando ya no escuchó que la llamen entre sombras.
1 Tu opinión me importa:
lo lei 4 veces pero ala 3 no entendi
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