Premios 20Blogs

Páginas

Eternamente princesita


Había pasado 14 años de mi vida planeándolo. Y aunque muchas chicas de mi edad ya no lo pensaban, yo sí. Quería tener mi quinceañero.

No era fácil organizarlo, pensaba en todo el trabajo que me costaría realizarlo, pero me sentía demasiado feliz imaginándolo.


Yo, bajando de las escaleras con un precioso vestido corte princesa,  color palo rosa, con una tiara en mi cabello pelirrojo (en ese tiempo aun lo era) y sonriendo feliz de la vida. Bailando con mi abuelo y su sonrisa perfecta. Ser la más bonita de todas mis primas y recibir muchos presentes. 

Cada noche, al acostarme, me imaginaba todo. Reorganizaba mis ideas en mi cabeza y perfeccionaba mis pensamientos. Pensaba en mi pareja. Pensaba en Máximo y en Thomás. Debía decidirme por uno de ellos y bailar el vals de la mano de uno de los chicos que me gustaba, ante la mirada de toda mi familia. Me avergonzaba de pensarlo, pero imaginaba que sería como en un sueño de princesas.

Al poco tiempo de mis sueños, mi abuelo falleció de manera inesperada, sin haberlo previsto, sin estar en sus planes, sin poder hacer nada para que viviera.

Por meses no recordaba mis sueños de semi quinceañera, hasta que faltando un mes para mi cumpleaños, me acordé. Imaginaba que para ese tiempo ya tendría el vestido, las tarjetas repartidas, habría elegido el pastel y tendría miedo de que la casa sea chica para tanta gente. Pero ya no estaba mi abuelo y mis sueños se derrumbaron junto con él.

Cuando llegó el gran día, no había vestido de princesa, no tenía una tiara que ponerme en la noche y ni siquiera pude invitar a mis amigos a casa.

Estábamos de luto y en casa nadie tenía permiso ni de bailar. Sin embargo,mis tios vendrían a visitarme por la tarde. No hubo un enorme pastel, sino uno que hizo mi madre y lo decoraron mis tías. Fue un pastel color palo rosa con chantilly de varios colores y sabores. No salí de rosado, sino de rojo oscuro. No hubo baile, pero si muchos abrazos. No hubo una gran orquesta, pero mis tíos me cantaron una canción que hablaba de mariposas y fue mi favorita.

No tuve pareja de fiesta y tampoco vinieron los chicos que me gustaban (Máximo estaba con el pie fracturado y mas valía que nadie de mi familia se enterara lo de Thomás)

 Fue la primera vez que mis padres me regalaron una joya de oro (y que la tuve pocas horas, porque había que guardarla ya que valía mucho, según ellos) pero recibí presentes de casi todos.

No tuve 15 años, pero al año siguiente me hicieron una pequeña reunión. Esta vez, sí con mis amigos.

No salí con vestido, porque una chica de 16 ya no piensa en eso, pero hubo muchos bailes y risas y una torta comprada en una pastelería.

A veces pienso cómo hubiese sido bajar las escaleras con un gran vestido y lucir como una princesita, solo por una noche.

Cierro los ojos e imagino que ese día, cuando cumplí 15 años, el vestido de princesa se ensució y mi abuelo tuvo ir a la lavandería a recogerlo. Pero se demoraron demasiado en atenderlo y por eso no llegaron a tiempo a la fiesta.

Me pregunto si mi abuelo se llevó el voucher para reclamar el vestido, cuando estemos juntos en el cielo y ponérmelo para bailar con él. Yo, luciendo como una princesita y él sonriendo con esa sonrisa tan perfecta.

4 Tu opinión me importa:

Akasha 20 de enero de 2012, 21:15  

muy conmovedor. Vi que dijiste que hace meses no escribes, ojalá lo sigas haciendo. Un saludo

Glennys 21 de enero de 2012, 9:11  

Gracias Akasha, es que no he tenido mucho tiempo, pero trataré de hacerlo más seguido =)

CHO 14 de febrero de 2012, 12:35  

Sigue escribiendo si? Y hay concurso en mi blog, estás invitada.
http://chocolatestilo.blogspot.com/

Glennys 19 de febrero de 2012, 22:56  

Muchas gracias Katherine, prometo darme una vuelta por tu blog =)

Publicar un comentario

Vistas de página en total

El otro yo de Glenn Este blog es de uso personal, sí quieres hacer un uso comercial contacta con nosotros al correo Glennys.mariela.gm@gmail.com